En peligro de extinción Abejorro nativo del Wall Mapu
El Diullin, moscardón del Wall Mapu (Bombus dahlbomii) es el abejorro mas grande y mas austral del mundo. Según relatos antiguos se habla que, el abejorro, en sus visitas primaverales a nuestras casas y huertas, representa al espíritu de un antepasado, que al comenzar la primavera reaparece para visitarnos . Otra historia menciona que los abejorros son las almas de los weichafe muertos en batalla.
Conocido científicamente como Bombus dahlbomii, es un potencial y eficaz polinizador de los cultivos de nuestras huertas y del bosque nativo ya que poliniza mas de 170 especies de plantas.
Se diferencia de otras especies por que sale a polinizar aunque llueva, sople el viento o haga frio, tiene horario continuado desde antes del amanecer hasta que se pone el sol, por lo que es clave para polinizar lugares fríos como la alta montañas, donde naturalmente no existen tantos polinizadores.
Posee una lengua larga especial para polinizar las flores nativas. Único en el mundo y presente desde Coquimbo hasta Magallanes, era la abeja más abundante y con mayor distribución en el país hasta hace veinte años.
Sin embargo, en las últimas décadas su presencia ha disminuido dramáticamente y los científicos estiman que prontamente podría dejar de existir, ya que su desaparición bordea el 90%; apareciendo hoy en dia en la lista roja de la IUCN (international Union for Conservation of Nature), en la categoria en peligro de extinción.
Esto debido a la fragmentación de su hábitat, la contaminación por uso de pesticidas, el cambio climatico y la introducción de abejorros europeos al país (Bombus terrestris)
Con el fin de mejorar la polinización de diversos cultivos, en especial el de tomates, en 1997 se ingresaron a Chile las primeras colonias de esta especie, que hoy abundan en patios y jardines, donde destacan por su color amarillo y franjas negras. Creados artificialmente en Holanda, se comenzaron a comercializar en el mundo durante los años 80 para su uso en invernaderos, ya que su vibración es particularmente eficaz en las flores del tomate.
En Chile, el resultado fue tan exitoso que se siguieron importando para utilizarlos en pimientos, kiwis y arándanos e incluso se otorgaron patentes para producirlos localmente. Así, hasta la fecha y según cifras que maneja José Montalva, biólogo y miembro del grupo de especialistas en conservación de abejorros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se han ingresado más de un millón de colonias. Cada una, con cientos de abejorros que hoy vuelan libres por todo el país; trayendo consecuencias gravísimas para la flora nativa como es el caso de el chilko y la arvejilla asi como también para la flora de cultivos como las frambuesas, ya que en el proceso de polinización debido a su mayor peso y tamaño desgarra las flores, provocando que no exista posteriormente el fruto.
Si bien la polinización se sustenta principalmente en el servicio que proveen en forma libre los polinizadores nativos silvestres, aquellos de laboratorio tienen la ventaja de apurar y mejorar el proceso. Reemplazan el uso de hormonas para solucionar temas de polinización o de cuaja de frutos –el proceso que marca la transición del ovario de la flor a fruto– y ahorran mano de obra en la ejecución de estas labores.
El problema es que, a pesar de que el SAG aseguró que el ingreso de abejorros exóticos se mantendría en espacios controlados, la especie se asilvestró. En un principio se utilizaba sólo en invernaderos y cuando terminaba la producción de tomates, ahí mismo se ponía fin a la colonia. Pero ahora se usan en otros frutos, como el arándano, que tiene cultivos a campo abierto. Esto significa que el abejorro queda libre en el medio ambiente. Así se naturalizó y hoy se puede encontrar en la misma distribución histórica que tenía el abejorro nativo. Incluso se han registrado algunos en el desierto florido o en Arica, donde no deberían estar.
Dicha naturalización cambió las reglas del juego para el Bombus dahlbomii. Y provocó un desequilibro en el ecosistema del cual forma parte. El Bombus terrestris está acostumbrado a inviernos más crudos y como fueron criados en invernaderos, pierden la noción de estacionalidad y tienen más de un ciclo en un año. Por lo mismo, cuando el abejorro nativo sale de sus nidos, bajo tierra, éste enfrenta inmediatamente una desventaja sobre los recursos florales.
Pero lo mas preocupante lo entregan estudios recientes sobre parásitos que podrían habrían traído estos especímenes en su intestino. Hasta el momento se han identificado 3 parasitos (Crithidia bombi, Nosema sp y Apicystis bombi) los cuales podrían ser los principales causantes de la desaparición del abejorro nativo. En el caso de C. bombi uno de los efectos mas nocivos es que esteriliza las reinas y estas son incapaces de formar nuevas colonias. Estudios realizados en Estados Unidos señalan a este parasito intestinal como uno de los principales responsables de las disminuciones de abejorros silvestres a lo largo del país norteamericano.
En Argentina por otro lado, no se ha permitido la introducción del Bombus terrestris para polinizar cultivos con uso comercial, sin embargo, el moscardón europeo cruzó naturalmente las fronteras y también ha comenzado a invadir ese terrritorio.
A través de esta nota podemos visualizar como se intervienen los nichos ecológicos de especies endémicas con especies introducidas con fines económicos e industriales, poniendo en peligro la subsistencia de las especies propias de nuestro territorio. Queremos hacer ver la importancia de reconocer las diversas especies que hoy en día conviven en nuestro ecosistema.
Debemos proteger el hábitat de estos pequeños pero vitales habitantes de nuestros hermosos bosques nativos así como fortalecer las prácticas de cuidado y respeto hacia otros seres que comparten la vida en este wall mapu y del cual dependen también nuestras vidas.
Sin polinización no habran frutos, no habran semillas, no habrá alimento….. por lo que se extinguirá la vida.
Muy buen material, un gran aporte a la cultura.